Blog de Aula del profesor MANUEL MUJERIEGO para la asignatura de HISTORIA de 2º de Bachillerato del IES Maestro Juan Rubio de La Roda (Albacete).

lunes, 10 de mayo de 2010

Bloque 6: LA DICTADURA FRANQUISTA. Tema 10: EL PRIMER FRANQUISMO (1939-1959).

B) EVOLUCIÓN SOCIOECONÓMICA Y OPOSICIÓN AL RÉGIMEN.


1. La autarquía y las primeras medidas liberalizadoras.
La historia económica del período franquista (1939-1975) se caracteriza por un hecho
evidente: la profunda transformación que experimentó la estructura productiva de la economía española.
En esta evolución económica el año clave corresponde a 1959. Hasta entonces la
economía española se caracterizaba por el estancamiento inicial y el predominio de las actividades agrarias. Los primeros intentos liberalizadores llevarían al Plan de Estabilización de 1959 y desde entonces la economía española comienza un proceso de expansión que conoce durante los años sesenta su máximo apogeo.
Las contradicciones internas de este crecimiento y la crisis de finales de 1973 desintegran esta política desarrollista y los dos últimos años del régimen son de incertidumbre, tanto en la economía como en la política.
a) Autarquía, estancamiento y racionamiento (1939-1951).
La autarquía económica de España hasta 1945 estuvo motivada por la coyuntura creada por la II Guerra Mundial, y a partir de 1946 por el "cerco internacional" a España, por lo que se plantearon serios problemas de abastecimiento, que dieron lugar a la aparición de las cartillas de racionamiento, por un lado, y del mercado negro (estraperlo), por otro, que perduraron hasta 1951.
La política económica en esta etapa del franquismo, tendente a la autosuficiencia
económica en todos los órdenes, subordinó siempre la economía a la política antiliberal y anticomunista, y ensalzó los valores rurales y la agricultura frente a los valores urbanos y la industria. El proceso de ruralización consecuente y el estancamiento general de la economía, paralelo a un proceso inflacionista y a la irregularidad en las cosechas, definen como principal
objetivo en toda la década el evitar el hambre.
Política Agraria
Se centró en la recuperación de la producción. Se procedió a la devolución a sus antiguos propietarios de las tierras expropiadas durante la República y la guerra civil, y se inició una reforma "técnica" del campo español. Para ello se crearon los siguientes organismos:
-El Instituto Nacional de Colonización, que centró sus acciones en la puesta en regadío y el asentamiento de colonos (45.799 entre 1939 y 1962) en las tierras transformadas.
- El Patrimonio Forestal del Estado, para repoblación de los bosques.
- El Servicio Nacional de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural, creado en 1952,
pretendía atacar el problema del minifundio y crear explotaciones más rentables.
- El Servicio Nacional del Trigo (S.N.T.) y la Comisaría de Abastecimientos y
Transportes (C.A.T.) eran los encargados de la comercialización de los productos agrarios.
Política Industrial
En los momentos iniciales se promulgaron dos leyes en 1939 de "protección y fomento de la industria nacional" y de "ordenación y difusión de la industria nacional", propias de una economía de guerra y que pretendían lograr el autoabastecimiento y el desarrollo de las industrias de armamento.
Para suplir la iniciativa privada, en septiembre de 1941 se creaba el Instituto Nacional de Industria (I.N.I.), en forma de holding estatal, cuya finalidad era potenciar la creación de industrias básicas (electricidad, carburantes, aluminio, textil, siderurgia, etc.).
Con este marco legal se pretendió industrializar el país en la década de los cuarenta,
objetivo imposible de alcanzar por la falta de materias primas y de equipamiento adecuado. Por otra parte, el sistema de importación de materias primas por contingentes, la escasa actividad del I.N.I. y la mayor protección a los precios agrarios nos hacen pensar que no hubo intentos serios de industrializar el país.
Por último, la autarquía y el intervencionismo produjeron tres efectos sobre la industria española:
- Se potenció la industria ligera frente a la básica, ya que la primera era sustitutiva de
importaciones. Con ello disminuyó la productividad media y la calidad de los productos.
- Se fortaleció la tendencia al monopolio, con lo que los grandes beneficiarios de esta
política económica fueron los grandes bancos y la burocracia estatal.
- El Estado fue uno de los grandes inversores de capital (40% de la inversión total),
procedente de un sistema fiscal regresivo, en el que los impuestos indirectos representaban un 60% del total, mientras los derivados de la renta personal sólo el 1,8% (el resto correspondía a los
impuestos sobre rentas del trabajo).
b) Los inicios de la liberalización (1951-1956)
La marginación de España del Plan Marshall (1948-52), que permitió la reconstrucción de la Europa de posguerra, impidió a nuestro país acceder a créditos que hubieran facilitado una pronta recuperación económica. En 1951, la situación generada por la política de autarquía había llevado a movimientos huelguísticos en Barcelona, Madrid y Asturias. En el marco de las relaciones internacionales, el recrudecimiento de la "guerra fría" y el estallido de la guerra de Corea, explican el cambio de actitud de EE.UU. con respecto al régimen de Franco,
"anticomunista de siempre".
En estas circunstancias, EE.UU. concedió un crédito a España destinado a la compra de
productos agrícolas, materias primas y equipo industrial. Otros créditos se sucedieron con anterioridad a la firma de unos pactos de ayuda mutua, plasmados en los tres acuerdos (ayuda militar, económica y técnica) del 26-IX-1953, que permitían el establecimiento de cuatro bases militares norteamericanas en suelo español.
La asistencia americana fue poco significativa en el equipamiento industrial necesario para el desarrollo económico, pues la ayuda recibida desde 1953 correspondía a productos excedentarios de EE.UU. (algodón, aceite de soja, leche, etc.) y no resolvieron los problemas de escasez y carestía alimentaria, aunque los suavizó y permitió la eliminación del racionamiento, la desaparición del mercado negro y la estabilidad de precios hasta 1956.
Este hecho fue paralelo a la apertura hacia el exterior del régimen (ingreso en la O.N.U. en 1955) y a la resurrección del mercado libre, rebajando progresivamente el intervencionismo estatal y el proteccionismo para conectar con el liberalismo capitalista, ideología económica subyacente en la Europa del momento que llevará a la creación del Mercado Común Europeo en 1957.
A pesar de los efectos positivos -entre otros, el rápido crecimiento industrial, con tasas
superiores a muchos países europeos-, la inflación desde 1955-1956 y el déficit en la balanza de pagos tuvieron efectos negativos sobre el comercio exterior y la reserva de divisas.
2. El plan de estabilización (1957-1959)
Las dificultades que, a partir de 1956, se fueron acumulando en el campo de la economía provocaron una radical modificación en la política económica del régimen franquista. La situación era tan crítica que, por ejemplo, en 1959 España se podía haber quedado sin petróleo por falta de dinero público para pagarlo.
Franco había formado, en 1957, un nuevo Gobierno en el cual dos personalidades
destacadas del grupo tecnócrata –técnicos ligados al Opus Dei- ocuparon dos carteras básicas del área económica. Éstas fueron la de Comercio, desempeñada por Alberto Ullastres, y la de Hacienda, que lo fue por Mariano Navarro Rubio. A lo largo de la década de los 60 serán siempre políticos de esta tendencia tecnócrata los que dirigirán la política económica en España.
Los nuevos ministros, Ullastres y Navarro Rubio, elaboraron un Plan de Estabilización
Económica, que consideraban imprescindible para asentar sobre una base sólida el proceso de crecimiento económico que se quería iniciar. El Plan de Estabilización no gustó demasiado a algunos de los ministros del nuevo Gobierno. Por su parte, ni Franco ni Carrero Blanco lo acogieron con demasiado entusiasmo. Pero, puesto que no se perfilaba otra alternativa con credibilidad, el Plan de Estabilización recibió la aprobación del Gobierno mediante un decreto fechado el 21 de julio de 1959.
Mediante este decreto se impusieron una serie de medidas básicas para orientar la
economía del país. Citaremos sólo algunas de las más significativas:
1. Reducción del gasto excesivo del Estado y del de los particulares. Esto implicó
restricciones en la concesión de créditos y congelación de los salarios.
2. Desaparición progresiva de los controles del Gobierno sobre las actividades
económicas.
3. Apertura de la economía española a los mercados exteriores aumentando las
facilidades para la realización de importaciones. La finalidad última de esta operación de política económica era poner en contacto la economía española con la internacional. Esto se hacía en un momento en que ésta se encontraba en una etapa de fuerte crecimiento.
Por otra parte, poco después de la publicación del decreto citado, el Gobierno dio muchas facilidades a las empresas extranjeras que quisieran instalarse en España. Con ello se eliminaban buena parte de los obstáculos que, en este terreno, se habían creado a lo largo de la etapa autárquica.
Para realizar esta transformación económica, España pudo contar con la concesión de
importantes créditos internacionales.
En resumen, este Plan de Estabilización fue calificado como "la operación económica de más alcance realizada por el Estado en el período 1939-1959", fue una "operación singular y laudable de política económica". Sus efectos fueron inmediatos y positivos: reducción de la demanda interna y de la inflación, estabilidad de los precios. Pero a cambio se produjo una restricción de la actividad económica y un notable incremento del paro, que tendrá como válvula de escape la emigración de españoles a la Europa en desarrollo.

LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN.

Existe, pero dividida (ilegal o tolerada) y dispersa (en el interior o en el extranjero: Francia, Méjico, URSS,…). En general, no constituyó una amenaza importante al Régimen.

La Oposición Ilegal.
En ella cabe distinguir:
- Exiliados republicanos y de izquierdas. Establecieron el Gobierno de la República en el exilio, en Méjico, 1945, con Martínez Barrio como Presidente y Giral como Jefe de Gobierno. Pronto surgieron divergencias y de ellas dos posturas: Negrín (próximo a los comunistas, opción legitimista) y Prieto (socialdemócrata, opción posibilista). Disensión, con lo que las esperanzas de recuperar el poder se harán cada vez más pequeñas.
- En el interior de España aparecían: la Junta Española de Liberación, iniciativa de republicanos catalanes, que surge como contraposición a la alternativa monárquica, y, la llamada Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD), formada en torno a 1943, que insistía mucho más en la celebración de elecciones libres que en el restablecimiento de las instituciones de 1931.
- Nacionalistas, con presencia en Cataluña y el País Vasco. Tendencia a la radicalización: desde Londres, IRUJO creaba el Consejo Nacional de Euskadi o AGUIRRE, desde EEUU, defendía la autodeterminación; en Cataluña, se creaba un Consell Nacional en el exterior y de un Front Nacional en el interior. En 1944, resucita la fórmula “GALEUCA”, agrupación que con las sílabas de las nacionalidades históricas había unido a los jóvenes nacionalistas más radicales en los años veinte.
- Guerrillas del “Maquis”, con apoyo comunista y anarquista, cuya actividad, aunque decreciente, llega hasta la década de los 50.

La Oposición Tolerada.
* Monárquicos, colaboradores durante el Alzamiento y convertidos luego en disidentes (tras la Guerra Mundial). Representados por la opción de Don Juan para una posible restauración democrática: Manifiesto de Lausanne, marzo de 1945.
- 1945/46: aislamiento internacional del Régimen, Don Juan se traslada a Estoril (Portugal).
- 1948: “Pacto de San Juan de Luz” con los socialistas. Alternativa al régimen franquista, pero la coyuntura internacional conduce a la Guerra Fría, lo que favorece la posición de Franco; la monarquía adopta una postura ambivalente, negociando la educación de Don Juan Carlos en España.

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